“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11.
Cuando un líder se enfrenta a un reto, lo primero que hace es orar; después, planificar. Sin un plan, no hay manera de saber cómo llegar donde hace falta llegar. Los grandes líderes, como Nehemías, son expertos planificadores.
¿Para qué hacer planes?
1. Dios lo hace. “Porque Dios no es un Dios de desorden sino de paz” 1a. Cor 14:33. Para ser como él, necesitamos hacer planes.
2. Dios lo ordena. “Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden” 1a. Cor 14:40. Dios ama el orden. Dios bendice la obediencia.
3. Es buena mayordomía. Efesios 5:15 al 17, nos dice que para ser buenos mayordomos de lo que él nos ha dado, también tenemos que ser buenos planificadores.
Cómo planifican los líderes
1. Los líderes lo piensan todo detalladamente. ¿Qué estaba haciendo Nehemías entre el momento en que pensó por vez primera en la reconstrucción de los muros y el momento en el cual pudo por fin presentarle su idea al rey? Nehemías había pasado aquel tiempo preparándose: había orado y hecho planes. Los líderes necesitan tiempo para pensar. Muchas veces, eso significa que deben tomarse un tiempo para alejarse de todo.
“La sabiduría del prudente es discernir sus caminos, pero al necio lo engaña su propia necedad” Prov. 14:8. Hazte ahora mismo estas tres preguntas: ¿Dónde estoy ahora? ¿Dónde quiero estar? ¿Cómo puedo llegar allí? Cuando oramos y planificamos, le estamos abriendo la mente y el corazón a Dios. Para ser un líder eficaz necesitas tener una visión. La visión es la que pone a los líderes en un grupo aparte.
2. Los líderes se preparan para las oportunidades. La vida está repleta de oportunidades, pero nosotros no siempre estamos preparados para reconocerlas. Asegúrate de buscar a Dios todos los días y de pedirle que te muestre las oportunidades que te tiene preparadas… todos y cada uno de tus días.
En el libro de Nehemías 2:1-2, se describe el momento que Nehemías estaba esperando. Había surgido la oportunidad de presentarle su idea al rey. Por fin le podía presentar su caso, y estaba listo, porque había planificado. En aquellos días, si uno le hacía al rey una petición que a este no le gradaba, se metía en un serio problema. No es de extrañarse que sintiera miedo. Los líderes siguen adelante a pesar de sus propios temores. El valor no es la ausencia de miedo, el valor consiste en seguir adelante a pesar de los temores que tengamos. Como había hecho planes para aquel momento, Nehemías supo con exactitud lo que debía pedir.
3. Los líderes se fijan una meta. Nehemías 2:5 describe las cosa concretas que pidió. Su meta es definida: quiere reconstruir los muros. El paso siguiente en la planificación es la fijación de una meta. Al fijar tus metas, hazte tres preguntas: ¿Qué quiero ser? ¿Qué quiero hacer? ¿Qué quiero tener?. No tengas miedos de hacer unos planes tan grandes, que Dios tenga que acudir a rescatarte. La mayoría de nosotros nos fijamos unas metas demasiado bajas y tratamos de llegar a ellas con demasiada rapidez. Dios nos pide que soñemos en grande y vayamos despacio.
4. Los líderes se fijan fechas límite. “¿Cuánto durará tu viaje?¿Cuándo regresarás?- me preguntó el rey, que tenía a la reina sentada a su lado. En cuanto le propuse un plazo, el rey aceptó enviarme” Nehemías 2:6. Sin una fecha límite, una meta no es meta, solo es un deseo. Nehemías oró, hizo un plan, se fijó una meta… y estableció una fecha límite.
5. Hay que prever los problemas. “Si a Su Majestad le parece bien, le ruego que envíe cartas a los gobernantes del oeste del río Éufrates, para que me den vía libre y yo pueda llegar a Judá” Nehemías 2:7. Durante los cuatro meses pasados no estaba solo orando, sino también planificando, de manera que cuando surgiera la oportunidad, pudiera decir lo que necesitaba. El líder prudente reconoce que si hay algo que pueda ir mal, lo más probable es que así suceda.
Los administradores se centran en los problemas del momento; los líderes, en la resolución de los problemas de mañana. “El hombre prudente prevé las dificultades y se prepara para ellas” Prov 27:12. La previsión de los problemas y la anticipación para resolverlos forman parte de una planificación eficaz.
6. Los líderes calculan el precio. “Y por favor ordene a su guardabosques Asaf que me dé madera para reparar las puertas de la ciudadela del templo, la muralla de la ciudad y la casa donde he de vivir” Nehemías 2:8. Como la planificación exige tiempo y dinero, el presupuesto es el siguiente factor que el líder necesita tener en cuenta.
Los líderes eficaces oran y después hacen planes. ¿Cómo supo Nehemías lo que necesitaba pedir? ¿Cómo supo que había un bosque real cerca de Jerusalén? Si Nehemías no hubiera hecho sus planes, no habría estado preparado. Como su planificación había sido tan detallada, sabía exactamente qué debía pedir.
Los líderes están dispuestos a pedirle ayuda a otros
“No tienen, porque no piden” Santiago 4:2
Necesitamos pedirle ayuda a Dios, y necesitamos pedirle a otros. No cometas el error de suponer que alguien no quiere involucrarse, mientras no se lo hayas pedido. “En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado” Proverbios 21:1
Los riesgos más sabios son los que se toman solo después de haber orado y planificado. Cuando tengas un jefe que no simpatice con un proyecto o una meta que tengas, no lo manipules. En lugar de manipularlo, haz lo mismo que Nehemías: Limítate a hablarle a Dios acerca de él. El corazón del rey –y el de tu jefe– está en manos de Dios. Solo él lo puede cambiar. Ora por ese jefe, y observa cómo Dios hace el cambio.
Aquí, en el segundo capítulo del libro de Nehemías, es Nehemías mismo el que dice que Dios se encuentra detrás de todo lo que está pasando. Porque Nehemías confió en Dios… porque oró, planificó y esperó en Dios… obtuvo todo lo que pidió, y más. Cuando Dios encuentra a una persona que ve a visión de él, le proporciona los recursos necesarios. A Dios le corresponde la soberanía. Nosotros nos corresponde orar, planificar y estar preparados.
Los líderes se preparan para el éxito en lugar de preocuparse por el fracaso
A Nehemías no le preocupaba lo que pudiera pasar si su plan no funcionaba. Había planificado y orado, como si aquello que iba a suceder fuera inevitable. ¿Quieres de verdad crecer espiritualmente? Necesitas tener un plan: Un plan par testificar. Un plan para leer la Biblia. Un plan para orar.
REFLEXIONEMOS...
Para que cualquiera de esas cosas sean efectivas y una constante en tu vida, lo que necesitas es un plan. Si tus planes proceden del Señor, van a ser lo suficientemente grandes para que Él quepa en ellos. Cualesquiera que sean tus planes, hazlos lo suficientemente grandes para que pueda exhibir a Dios ante el mundo.
Cuando un líder se enfrenta a un reto, lo primero que hace es orar; después, planificar. Sin un plan, no hay manera de saber cómo llegar donde hace falta llegar. Los grandes líderes, como Nehemías, son expertos planificadores.
¿Para qué hacer planes?
1. Dios lo hace. “Porque Dios no es un Dios de desorden sino de paz” 1a. Cor 14:33. Para ser como él, necesitamos hacer planes.
2. Dios lo ordena. “Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden” 1a. Cor 14:40. Dios ama el orden. Dios bendice la obediencia.
3. Es buena mayordomía. Efesios 5:15 al 17, nos dice que para ser buenos mayordomos de lo que él nos ha dado, también tenemos que ser buenos planificadores.
Cómo planifican los líderes
1. Los líderes lo piensan todo detalladamente. ¿Qué estaba haciendo Nehemías entre el momento en que pensó por vez primera en la reconstrucción de los muros y el momento en el cual pudo por fin presentarle su idea al rey? Nehemías había pasado aquel tiempo preparándose: había orado y hecho planes. Los líderes necesitan tiempo para pensar. Muchas veces, eso significa que deben tomarse un tiempo para alejarse de todo.
“La sabiduría del prudente es discernir sus caminos, pero al necio lo engaña su propia necedad” Prov. 14:8. Hazte ahora mismo estas tres preguntas: ¿Dónde estoy ahora? ¿Dónde quiero estar? ¿Cómo puedo llegar allí? Cuando oramos y planificamos, le estamos abriendo la mente y el corazón a Dios. Para ser un líder eficaz necesitas tener una visión. La visión es la que pone a los líderes en un grupo aparte.
2. Los líderes se preparan para las oportunidades. La vida está repleta de oportunidades, pero nosotros no siempre estamos preparados para reconocerlas. Asegúrate de buscar a Dios todos los días y de pedirle que te muestre las oportunidades que te tiene preparadas… todos y cada uno de tus días.
En el libro de Nehemías 2:1-2, se describe el momento que Nehemías estaba esperando. Había surgido la oportunidad de presentarle su idea al rey. Por fin le podía presentar su caso, y estaba listo, porque había planificado. En aquellos días, si uno le hacía al rey una petición que a este no le gradaba, se metía en un serio problema. No es de extrañarse que sintiera miedo. Los líderes siguen adelante a pesar de sus propios temores. El valor no es la ausencia de miedo, el valor consiste en seguir adelante a pesar de los temores que tengamos. Como había hecho planes para aquel momento, Nehemías supo con exactitud lo que debía pedir.
3. Los líderes se fijan una meta. Nehemías 2:5 describe las cosa concretas que pidió. Su meta es definida: quiere reconstruir los muros. El paso siguiente en la planificación es la fijación de una meta. Al fijar tus metas, hazte tres preguntas: ¿Qué quiero ser? ¿Qué quiero hacer? ¿Qué quiero tener?. No tengas miedos de hacer unos planes tan grandes, que Dios tenga que acudir a rescatarte. La mayoría de nosotros nos fijamos unas metas demasiado bajas y tratamos de llegar a ellas con demasiada rapidez. Dios nos pide que soñemos en grande y vayamos despacio.
4. Los líderes se fijan fechas límite. “¿Cuánto durará tu viaje?¿Cuándo regresarás?- me preguntó el rey, que tenía a la reina sentada a su lado. En cuanto le propuse un plazo, el rey aceptó enviarme” Nehemías 2:6. Sin una fecha límite, una meta no es meta, solo es un deseo. Nehemías oró, hizo un plan, se fijó una meta… y estableció una fecha límite.
5. Hay que prever los problemas. “Si a Su Majestad le parece bien, le ruego que envíe cartas a los gobernantes del oeste del río Éufrates, para que me den vía libre y yo pueda llegar a Judá” Nehemías 2:7. Durante los cuatro meses pasados no estaba solo orando, sino también planificando, de manera que cuando surgiera la oportunidad, pudiera decir lo que necesitaba. El líder prudente reconoce que si hay algo que pueda ir mal, lo más probable es que así suceda.
Los administradores se centran en los problemas del momento; los líderes, en la resolución de los problemas de mañana. “El hombre prudente prevé las dificultades y se prepara para ellas” Prov 27:12. La previsión de los problemas y la anticipación para resolverlos forman parte de una planificación eficaz.
6. Los líderes calculan el precio. “Y por favor ordene a su guardabosques Asaf que me dé madera para reparar las puertas de la ciudadela del templo, la muralla de la ciudad y la casa donde he de vivir” Nehemías 2:8. Como la planificación exige tiempo y dinero, el presupuesto es el siguiente factor que el líder necesita tener en cuenta.
Los líderes eficaces oran y después hacen planes. ¿Cómo supo Nehemías lo que necesitaba pedir? ¿Cómo supo que había un bosque real cerca de Jerusalén? Si Nehemías no hubiera hecho sus planes, no habría estado preparado. Como su planificación había sido tan detallada, sabía exactamente qué debía pedir.
Los líderes están dispuestos a pedirle ayuda a otros
“No tienen, porque no piden” Santiago 4:2
Necesitamos pedirle ayuda a Dios, y necesitamos pedirle a otros. No cometas el error de suponer que alguien no quiere involucrarse, mientras no se lo hayas pedido. “En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado” Proverbios 21:1
Los riesgos más sabios son los que se toman solo después de haber orado y planificado. Cuando tengas un jefe que no simpatice con un proyecto o una meta que tengas, no lo manipules. En lugar de manipularlo, haz lo mismo que Nehemías: Limítate a hablarle a Dios acerca de él. El corazón del rey –y el de tu jefe– está en manos de Dios. Solo él lo puede cambiar. Ora por ese jefe, y observa cómo Dios hace el cambio.
Aquí, en el segundo capítulo del libro de Nehemías, es Nehemías mismo el que dice que Dios se encuentra detrás de todo lo que está pasando. Porque Nehemías confió en Dios… porque oró, planificó y esperó en Dios… obtuvo todo lo que pidió, y más. Cuando Dios encuentra a una persona que ve a visión de él, le proporciona los recursos necesarios. A Dios le corresponde la soberanía. Nosotros nos corresponde orar, planificar y estar preparados.
Los líderes se preparan para el éxito en lugar de preocuparse por el fracaso
A Nehemías no le preocupaba lo que pudiera pasar si su plan no funcionaba. Había planificado y orado, como si aquello que iba a suceder fuera inevitable. ¿Quieres de verdad crecer espiritualmente? Necesitas tener un plan: Un plan par testificar. Un plan para leer la Biblia. Un plan para orar.
REFLEXIONEMOS...
Para que cualquiera de esas cosas sean efectivas y una constante en tu vida, lo que necesitas es un plan. Si tus planes proceden del Señor, van a ser lo suficientemente grandes para que Él quepa en ellos. Cualesquiera que sean tus planes, hazlos lo suficientemente grandes para que pueda exhibir a Dios ante el mundo.
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