lunes, 3 de septiembre de 2007

LIDERAZGO CON PROPOSITO LECCION 1

“Cuando el gobernante es entendido, se mantiene el orden” Prov. 28:2; La Biblia al día dice: “Con dirigentes honrados y sensatos hay estabilidad”. En medio de tanta conmoción y cambios repentinos que hoy vivimos, la estabilidad ha de ser el puntal que nos permita sobrevivir como sociedad. Solo hallaremos estabilidad por medio de un liderazgo bueno y firme.
Nehemías será nuestro guía en este emocionante recorrido dentro de los principios de liderazgo.
1. Nada sucede hasta que alguien proporcione liderazgo. Es una ley de vida. La historia lo demuestra. Mientras no apareció un hombre llamado Martín Luther King y dijo: “Tengo un sueño”, el movimiento de Derechos Civiles de Estados Unidos no era nada.
Todo se edifica o se derrumba según sea el liderazgo. En el libro de los Jueces encontramos siete ciclos. Un día las cosas marchaban bien y la vida tenía un aspecto bastante bueno; pero al día siguiente andaban por el suelo. Vemos que este esquema se repetía una y otra vez. En el último versículo del libro de Jueces la Palabra lo resume así: “En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor” Jueces 21:25
2. Liderazgo es influencia. El liderazgo es influencia, para bien o para mal. El líder es la persona a la cual todos se mantiene mirando con el fin de averiguar lo que piensa. Cada vez que influimos sobre otra persona estamos asumiendo liderazgo.
El apóstol Pablo comprendía esto. Pablo entendía que Timoteo lo admiraba y quería que él viera que mientras recibía su influencia estaba influyendo sobre otros.

Por eso escribió en 1a. Tim 4:12 “Qué nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir” El liderazgo no es una cuestión de edad. Por tanto, la cuestión no es si eres líder o no. La pregunta es: ¿Eres un buen líder?
3. La prueba del liderazgo es esta: “¿Alguien te está siguiendo?”. Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen” Jn 10:27 Pablo, nos dice: “Imítenme a mí, como yo imito a Cristo” 1Cor 11:1. La mayoría de nosotros tendemos a asociar los títulos con el liderazgo. Es un error. Los verdaderos líderes son los que marcan el paso, los que influyen, los creativos que solucionan los problemas. Si eres un verdadero líder, no se lo tienes que recordar a nadie.
4. El fundamento del liderazgo es el carácter, no el carisma. Reputación es lo que la gente dice que eres. Carácter es lo que realmente eres. En su carta a Timoteo, Pablo presenta las características necesarias para el líder en la Iglesia. Ni una sola vez menciona que se necesiten estudios de seminario. El liderazgo no se basa en lo académico. Es cuestión de carácter; es cuestión de quién eres. El liderazgo no es cuestión de personalidad. Lo que si se necesita para el liderazgo es carácter.
5. Se puede aprender a ser líder. La Biblia dice: “Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto de mí” en Fil 4:9 Pablo está diciendo: “Los líderes no nacen, se hacen” ¿Has conocido alguna vez líderes que tienen un círculo íntimo, unos pocos escogidos que son los que más tiempo pasan en la presencia de ellos? Hasta Jesús tuvo un círculo íntimo de discipulos que recibían una atención especial. ¿Estás invirtiendo tiempo en aprender a ser líder? En el momento en que dejemos de aprender, dejaremos de ser líderes.
“Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza. El éxito radica en la acción sabia y bien ejecutada” Ecl 10:10. La persona que piensa que ya sabe todo lo que necesitaba saber, se va a quedar atrás.
El trasfondo de la historia de Nehemías. La ciudad de Jerusalén fue destruida en el año 586 a.C. Los judíos que vivían allí fueron deportados a Babilonia. Luego, en el 445, Nehemías pidió autorización para volver a Jerusalén con un tercer grupo, a fin de reconstruir los muros de la ciudad.
I. Los habitantes estaban indefensos. Jerusalén, con sus muros destruidos, era una deshonra para el pueblo de Dios. Les decían: “Dios los ha abandonado”. ¿Qué hace falta en un momento así? Hace falta un líder. En Nehemías 1:4 vemos su reacción: “Al escuchar esto, me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo”. Nehemías es hombre de oración. En su diario leemos once oraciones; más que en casi cualquier otro libro de la Biblia. ¿Por qué crees que Dios lo escogió para que fuera líder? ¿Habrá tenido algo que ver su vida de oración? ¿Por qué escogió Dios a Nehemías como líder? Hay tres razones:
II. Nehemías era sensible ante las necesidades que veía a su alrededor. Dios vio el corazón de Nehemías, y lo que vio lo hizo sonreír. Nehemías era un hombre al que le importaba lo mismo que le importaba a Dios. Los líderes son sensibles ante las necesidades de la gente que los rodea.
III. Nehemías era digno de confianza. Lee Lucas 16:10-13. Lucas presenta algunas formas en que Dios pone a prueba nuestra fidelidad. Una es cómo servimos en el ministerio bajo otro líder; otra es en la forma del manejo de nuestro dinero.
IV. Nehemías era dispuesto. Cuando se necesitó un líder, Nehemías dijo:”¡Yo me ofrezco! ¡Aquí estoy; envíame a mi!”.
Dios busca en los líderes, la credibilidad, la confiabilidad y la disponibilidad sobre las habilidades. Nada sucede mientras no haya quien proporcione el liderazgo para hacerlo. Todo se levanta o se derrumba según lo hagan los líderes.

1 comentario:

Unknown dijo...

Felicito tu espacio en la red, si bien no soy muy apegado a las citas biblicas, veo que tu esfuerzo se encamina en hacer una sociedad de hombres más justos.

Solo te puedo decir que con tu granito de arena, abonas las playas de ese inmenso mar de la humanidad.

EN hora buena

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