Cómo motiva un líder a otros
El éxito nunca es un espectáculo de un solo hombre. ¿Cómo motiva un líder a otras personas? He aquí cómo lo hacia Nehemías.
1. Un líder espera oposición. “Pero al oír que alguien había llegado a ayudar a los israelitas, Sambalat el horonita y Tobías el siervo amonita se disgustó mucho” Nehemías 2:10. La gente tiene una resistencia natural a los cambios. No le gustan. No hay oportunidad sin oposición. Cuando tus planes exijan que tu gente cambie para producir cambios, espera oposición.
2. Un líder espera el momento oportuno. “Tres días después de haber llegado a Jerusalén...” Nehemías 2:11. El momento lo es todo. El tiempo lo cambia todo. ¿Qué pasó durante aquellos tres días? Nehemías no hizo nada con respecto a sus planes, pero sabemos que estaba haciendo algo. ¡Nunca tomes una decisión de importancia cuando estés cansado! La fatiga enturbia nuestros puntos de vista. “En realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo” Eclesiastés 8:6. Si lo que piensas hacer va a producir cambios en la vida o situación de los demás, es vital que esperes el momento oportuno.
3. Un líder evalúa la situación real. ”Salí de noche acompañado de algunos hombres, pero a ninguno de ellos le conté lo que mi Dios me había motivado hacer por Jerusalén. La única bestia que llevábamos era la que yo montaba. Esa noche salí por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y la puerta del Basurero. Inspeccioné las ruinas de la muralla de Jerusalén, y sus puertas consumidas por el fuego”. Nehemías 2:12,13. Todo buen líder es capaz de comprender lo que estaba haciendo Nehemías. Este es el aspecto del liderazgo del cual nunca oímos hablar: es la parte solitaria de la labor. La preparación, la comprobación de datos y la investigación no tienen nada de encantadoras ni de emocionantes. Pero sin ellas el plan está condenado al fracaso. La gente negativa tiende mucho a expresar sus ideas, que la gente positiva.
Los grandes líderes protegen sus planes de una muerte prematura. “Sólo el tonto cree sin más lo que se le dice. El hombre prudente examina lo dicho para ver a dónde conduce” Proverbios 14:15. Nehemías comprendió que tendría oposición, creó curiosidad y reunió todos los datos. Finalmente, estuvo listo para hacer públicos sus planes y comenzar a formar su equipo de colaboradores. Su próximo desafío era hacer que los israelitas se sintieran entusiasmados con lo que él había ido a hacer allí.
4. Un líder se identifica con su gente. Nehemías 2:17-18. Cuando uno le echa la culpa a otros, disminuye su motivación. Los buenos líderes se identifican con su gente. Las personas se sienten motivadas a trabajar para alguien que comparta su carga, y tenga una visión para alcanzar su meta. Los grandes líderes comprenden esto: “Las mejores ideas no son ni mías, ni tuyas; son nuestras”.
5. Un líder no oculta la seriedad del problema. Nehemías fue sincero en su mensaje. No trató de atenuar el problema. Él sabía que ellos llevaban años viviendo de esa forma, y mientras no les importara lo suficiente, no cambiaría nada. Los cambios no se producirán mientras no nos sintamos descontentos con el statu quo. Los líderes crean ese descontento. Ellos saben que s la única forma de producir el cambio, ya sea en el hogar, la escuela, el negocio o la sociedad. Cuando la gente se contenta con lo que hay, nada cambia.
Nehemías usa dos puntos de motivación: En primer lugar, apeló a su autoestima. Segundo, en un nivel más profundo apeló a la preocupación de ellos por la gloria de Dios. La situación en Jerusalén era vergonzosa para Dios. Para los judíos, que proclamaban creer en un Dios todopoderoso, era un testimonio muy pobre. La mayor motivación de la vida no es la externa ni la interna, sino la eterna.
6. Un líder exige una respuesta específica. Vio lo que era Jerusalén, pero también vio lo que podría llegar a ser. Esa es otra de las características de todo gran líder: es capaz de inspirar a otros a la grandeza. Los grandes líderes ven tanto lo real como lo ideal. Ven lo que es, pero también ven lo que puede llegar a ser. Una persona que solo ve lo que puede llegar a ser, y no lo que es, no es líder, sino visionario. Una persona que ve lo que es, pero no lo que podría llegar a ser, no es líder sino un contador. Para ser un gran líder, necesitas ver tanto lo real como lo posible.
7. Un líder anima con su testimonio personal. Si alguien se te acerca para decirte: “Dios me indicó que hiciera esto”, es adecuado que le preguntes: “¿Hay alguien que haya confirmado ese llamado? ¿Estás seguro de que no se trata de algo que se te haya ocurrido? ¿Hay algunas señales que lo confirmen?” Pablo escribió en la 1a carta a los Corintios 11:1 “Imítenme a mí, como yo imito a Cristo”. Este es un momento excelente para que te hagas esta pregunta: ¿Por qué razón me habría de seguir alguien a mí como líder?. La respuesta es: “Me seguirán como líder cuando puedan ver la mano de Dios sobre mi vida”.
8. Un líder responde a la oposición con rapidez y firmeza. Nehemías 2:19-20 describe la manera en que fue amenazado el trabajo del pueblo, pero describe como de una manera rápida y firme Nehemías enfrento la situación. La hostilidad crece a medida que continúa el proyecto. Lo que hizo Nehemías fue poner al descubierto los motivos egoístas que tenían sus enemigos.
El tamaño de tu Dios determina el tamaño de tus metas. Todo el mundo necesita a Jesús. Cuando Dios nos da una visión, no le podemos poner límites a lo que él quiera hacer con ella. La visión es de Dios, ni tuya ni mía. Ponerle límites a Dios sería el colmo de la arrogancia. Sencillamente, no tenemos derecho alguno a hacerlo. Nehemías nos muestra la forma de manejar con delicadeza la transición entre puestos de trabajo, el poder y las hostilidades. Convierte a una comunidad hostil y apática en un equipo entusiasta que apenas puede esperar para comenzar. Y lo hace en tres días.
Reflexionemos:
· Da por sentado que se te van a oponer. Las oportunidades sin oposición no existen. Por excelente que sea tu idea, tienes que darte cuenta de que alguien va a tratar de desacreditarla.
· Espera el momento oportuno. Cuando te venga una gran idea, no te precipites a contársela a todos tus conocidos. Asegúrate de que has dedicado tiempo a orar y planificar. Hay un momento oportuno para cada cosa.
· Enfréntate a la realidad. Cuando le propongas algo a alguien, no te dejes agarrar sin que tengas todo los datos a mano. Los buenos líderes investigan las cosas por su propia cuenta.
· Identifícate con la gente. Un gran líder comprende el poder que tienen la identificación, la apropiación y el trabajo en equipo.
· Dramatiza el problema. Nehemías presentó una clara imagen del problema, con el fin de acentuar su gravedad. Los grandes líderes inspiran a trabajar en equipo.
· Pide una respuesta específica. Dale a conocer a la gente con exactitud lo que necesitas que hagan, y después anímala, asegurándole que, con la ayuda de Dios, se puede lograr.
· Anima con tu testimonio personal. La gete responde de manera positiva a los testimonios de la obra de Dios en nuestra vida, como sucedió en el caso de Nehemías.
Responde con rapidez y firmeza a los que se te opongan. Si tus planes y sueños vienen de Dios, la batalla es también de él. Va a haber alguien, en algún lugar, que no esté de acuerdo con la dirección en la cual Dios te está llevando, Se te exigirá que te definas. ¿Estás dispuesto a vivir para Jesucristo, sin importarte lo que piensen los demás?
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